¿ POR QUÉ ?
¿Por qué, Señor bajaste a este mundo de dolor
¿Por qué, Señor bajaste a este mundo de dolor
si cerca y junto al Padre, vivías en la gloria.
Por qué en un pesebre tan casi solitario
¿Por qué curaste siempre y nada Tu pediste?
¿Por qué lo diste todo y nada recibiste?...
¿Por qué...? ¿ Por qué, Señor dejaste que coronen
tus santas sienes de espinas que punzantes
derramaban tu sangre, esa bendita sangre
cual trágica respuesta de un mundo agonizante?
¿Por qué pendiste de un lóbrego madero?
¿Por qué pedías clemencia por aquellos
que en su ira perdían toda ciencia
descargando su furor en tu Presencia?
No se porque, yo no te conocía,
mas no puedo olvidarte alli clavado
sufriendo esos dolores, Cristo amado
sufriéndolos por mi, por mi pecado.
Aun no lo sé... mas sé que me salvaste,
debí yo estar allí clavado...
mas Tú lo hiciste, Señor, me amaste tanto...
¡Aun no lo sé, mas Tú me has perdonado!