LA DÉBIL BARQUILLA
La débil barquilla cruzaba las aguas
La débil barquilla cruzaba las aguas
rodeada de vientos y gran tempestad,
en ella unos hombres amedrentados
Pero había Uno, que en ella dormía
con sueño sereno el Hijo de Dios,
cansado de andar por las ásperas calles
llevando a su paso amor y perdón.
La nave movida por viento impetuoso
parecía en el mar desaparecer
y presa de espanto y horror, temerosos
pensaban con riesgo sus vidas perder.
¡Despierta, Maestro, que perecemos!
¿No tienes cuidado de la tempestad?
Y presto el Maestro viril se levanta,
reprende a las olas,se vuelven en paz.
¿Quién es éste?, se dicen todos sorprendidos,
Que el viento y la mar ante El son rendidos?
¡El Hijo de Dios, el Santo del Padre
viajaba con ellos en tan débil nave!
¿Es débil también la nave de tu alma?
¿Está así rodeada de gran tempestad?
¡Pues clama al Maestro y verás sorprendido
que aún tu alma ordena la PAZ!