LA BIBLIA
Divino tesoro inagotable,
Divino tesoro inagotable,
fuente sublime de eternal amor,
antorcha viva que alumbra mi camino
Eres palabra eterna de los siglos
que el divino escultor digana darle
al pobre y errante peregrino
que en su tenaz carrera busca hallarle.
Eres el pan que sacia al pobre hambriento,
eres el agua refrescante y pura,
eres tambien la espada que punzante
entra en el alma por mas que sea dura.
Me muestras Tu la cruz agonizante,
la fria y triste sepultura,
y me muestras también al que yo amo
resucitar con gloriosa vestidura.
Me muestras el cielo abierto y limpio,
la gloria y magestad del Cristo amado
y me muestras también el crudo infierno
lleno de llagas, sin sabor y males.
Todo lo dice, nada oculta al mundo,
su pecado, su muerte, su miseria,
la injusticia que será retribuida
en el día de la ira venidera.
Pasan los años, pasa el mundo entero
Pasan los años, pasa el mundo entero
la luna y el sol no alumbrarán,
mas tu Palabra, Señor, eternamente,
en el cielo sublime quedará.