HOY TE VI SEÑOR
¡Hoy te ví, Señor, pasabas en el viento
y tocaste mi rostro presuroso,
arrastrando a tu paso, cual caricia,
¡Hoy te ví, traias a las nubes
cual Pastor que guia la manada
hoy te ví en el sol y centellaba
al estar tan cerca de tu morada!
¡Te ví en el mar, imponente, majestuoso
arrastrando a su paso la impureza,
te ví luego trazando el horizonte
cual Maestro sublime de destreza!
Te vi en la flor, en el pájaro que canta,
en el grano de trigo reluciente
te ví en la lluvia mojando las praderas
cual alfombra de cristal que ya se extiende.
¿Cómo no verte, Señor? lo llenas todo
Cielo y Tierra, infinito y Universo
y me llenas el alma desbordante
del amor que por Cristo en mi has puesto!
¿Habrá un lugar donde no podré mirarte?
¡Si hasta te veo en una cruz clavado,
purgando mis pecados por llevarme
donde podré mirarte cara a cara!