EL TIEMPO, TRANSCURRE PRESUROSO
El tiempo transcurre presuroso
El tiempo transcurre presuroso
y el Señor de la mies ya se avecina,
¿encontrará mis manos tan vacías
¿Hallará aun blancos los sembrados
sin manos que recojan las cosechas,
o podrá tal vez regocijarse
por las almas preciosas que le esperan?
¡Despierta mi alma ¡Señor de la Mies!
Ocúpame siempre con gran interés,
que la meta sea no perder ni un momento
amando y orando mienstras haya tiempo!
Que mis manos nunca al bien retrocedan,
que se den de amor y piedad siempre llenas,
como aquellas manos que siempre ofrecieron
aunque por hacerlo traspasadas fueron.
Que mi boca siempre tenga las palabras
que hacen bien al alma que esté escuchando.
como Tu Palabra, Manantial de Vida,
miel que destilando sale bendecida.
Que mi mente nunca se aparte a lo vano
y de Ti se aleje corriendo al pecado.
Háblame muy cerca, límpiame, Señor,
llene el Santo Espíritu todo mi interior!
Ocúpame siempre, aunque en noche triste
o en valle de sombras me ordenes pasar,
pues se que tu vara me dará el aliento
y tu brazo fuerte fiel me sostendrá.
¡Ven, Señor amado!, te estaré esperando
Y en tu viña mientras iré trabajando,
Llevando y sembrando la semilla Santa
Llevando y sembrando la semilla Santa
Dándome a Tí entera, velando y orando.